Todo conductor sabe que los neumáticos deben cambiarse en función de la época del año, sobre todo si están adaptados para ello, a diferencia del estándar, los cuales funcionan durante todo el año. No obstante, estos neumáticos específicos, los de verano, comienzan a perder agarre y se desgastan con mayor facilidad cuando comienza a hacer más frío, así como también ofrecen mejores prestaciones que los de invierno cuando el calor está llegando. De esta manera, es importante saber en qué momento del año debes hacer este cambio.
Los neumáticos de verano deben ser cambiados cuando llegue el buen tiempo, es decir, cuando las temperaturas comiencen a asentarse y el calor sea protagonista, de tal forma que tendrán un mejor rendimiento que los de invierno. Por ello, la mejor fecha para realizar este cambio es durante los meses de marzo o abril, que es cuando comienza la primavera y el calor empieza a arreciar.
La importancia de montar los neumaticos de verano
De esta manera, una vez que montamos los neumáticos de verano podremos comprobar que el agarre es mejor, así como la tracción y la sensación de seguridad. Igualmente, es importante advertir que no debemos alargar los tiempos con unas gomas que no están adecuadas para las condiciones climatológicas. Por tanto, siempre que llegue la primavera será buen momento para cambiar estas gomas.
Además, en la época de verano es cuando más viajes se hacen, por lo que el coche debe estar equipado con la mejor tanda de neumáticos para así asegurar un buen viaje. Del mismo modo, también es importante realizar este cambio en el momento oportuno porque, de lo contrario, estaríamos gastando los de invierno con mayor rapidez, lo que derivaría en que durarían menos y tendríamos que comprar otros antes de lo previsto.
En definitiva, estos neumaticos de verano deben ser montados para garantizar las condiciones de seguridad y comodidad.