Las ruedas de tu coche son un elemento imprescindible para la seguridad en la conducción y para el buen mantenimiento de tu vehículo, por lo que es fundamental que tu coche cuente con las idóneas en todos los periodos del año.
Por otro lado, cada estación del año tiene características propias a las que tus neumaticos deben adaptarse. Con la llegada del invierno, son vitales para una buena seguridad, pues hacen que tu coche se agarre bien al suelo. Si no se adhieren correctamente, puedes patinar y sufrir un accidente. Es por ese motivo por el que no debes usar los mismos en verano y en invierno.
Condiciones climáticas diferentes, neumáticos distintos
Aunque es algo que muy pocos conductores tienen en cuenta es crucial para tu seguridad. Si aún te preguntas porqué cambiarlos, aquí te ofrecemos varias razones importantes.
1. Se agarran mejor a la carretera mojada
Es muy importante que el neumático se agarre bien a la carretera para evitar deslizamientos y posibles accidentes. Los de invierno cuentan con ese plus de adhesión al pavimiento.
2. Su dibujo es mayor que el de las gomas de verano
Al tener un dibujo más profundo que el de los neumáticos de verano, permiten eliminar el agua de ellos de una forma más efectiva y eficaz, con lo que se reduce el riesgo de accidentes.
3. Despídete de las cadenas
Sin duda, colocar cadenas es un engorro. Las gomas de invierno permiten circular en carreteras con hielo o nieve sin tener que ponerlas.
4. Sea cual sea el estado de la carretera, puedes circular
Esto te da un extra de tranquilidad al saber que tus neumáticos te van a permitir rodar sin importar las condiciones de la carretera.
Si aún no te has decidido a cambiar tus ruedas de verano por las de invierno, ¿a qué esperas para hacerlo? Te ayudamos a escoger los mejores.