Un neumatico está compuesto por diferentes elementos que permiten que cumpla sus funciones. Y es que las ruedas pasan por una serie de controles para garantizar la seguridad en la carretera, así como la comodidad en la conducción y el ahorro en el desgaste del mismo.
No obstante, no todos los neumáticos tienen las mismas medidas y equivalencias, pues esto es algo que depende tanto del tipo de vehículo como de la marca y el modelo. De hecho, estamos hablando de una de las partes más importantes del coche, siendo la única que está en contacto con el asfalto, de ahí que sean necesarias una serie de revisiones cada cierto tiempo para verificar que las gomas están en perfecto estado.
Y aquí entran en juego una gran cantidad de factores, los cuales debes tener en cuenta para el correcto examen de la goma, formada por una gran cantidad de elementos que analizaremos en las siguientes líneas.
Las partes de un neumático
El flanco está compuesto por una goma flexible que se adapta a las deformaciones en su fase de rodadura. El hombro es la parte más lateral, siendo la que sufre una mayor exposición a los bordillos y a otros golpes, así como también la que distribuye el calor que produce el neumático durante cada viaje.
Por otro lado, las lonas de carcasa son unos cables de fibras textiles pegados al caucho de las cubiertas que permiten que el neumático resista la presión, y las lonas de cima son cables de hacer cruzados y pegados para que la goma sea también más resistente.
Por último, el talón es la parte que se ajusta a las llantas y el revestimiento de goma interior sirve para retener el aire facilitando la estanqueidad.
Todas estas partes, si están bien articuladas e íntegras, dan como consecuencia un neumatico en perfecto estado.