Denominamos sistema de distribución de un vehículo al grupo de piezas encargadas de regular la entrada y posterior salida de gases al cilindro. A su vez, cuanta más sea la cantidad de gases que entran en este, mayor potencia nos dará el motor. Dicho de otra forma, este sistema regula los tiempos de funcionamiento del motor. Por eso es tan importante.

¿Cuándo cambiar este sistema en tu coche?

Si sufres una avería en este sistema de tu coche, te enfrentarás a una reparación que puede ser muy costosa. En algunos casos, sobre todo en vehículos con muchos años, incluso podría ser más cara que el propio valor de mercado del automóvil.

Por ello, te recomendamos que lo cambies antes de la fecha de sustitución que indica el fabricante. A diferencia de otras piezas de tu vehículo, en este caso debes hacer un mantenimiento preventivo para no verte abocado a una importante avería.

¿Por qué anticiparse para cambiar la distribución?

La razón es que el motor no da indicios previos a la rotura de este sistema. Y, de producirse esta, incluso podrías sufrir un accidente. Un fallo en la distribución impide que el motor de tu coche funcione. Pero, además, provoca que los sistemas de seguridad activos del vehículo vinculados al motor también dejen de trabajar.

Entre estos, se hallan la dirección asistida, los servofrenos y otros componentes eléctricos. Como verás, son todos sistemas fundamentales en el correcto funcionamiento de tu automóvil y, si fallan, correrás un grave peligro.

La calidad sí importa

Siempre te aconsejamos que pongas piezas originales y de buena calidad en tu vehículo. Pero en el caso de la distribución esto es aún más importante. Si colocas un sistema de mala calidad, podría romperse alguna de las piezas que lo componen. Por ejemplo, los tensores o los rodillos.

Esto provocaría el desplazamiento de la correa de distribución y, con ello, que se rompiese por interferencia. A su vez, esto originaría la rotura de otros componentes internos como las válvulas o incluso el árbol de levas. Imagina el coste de reparar una avería tan importante.

Debes tener en cuenta que todas las piezas que componen la distribución están interrelacionadas. Tanto la cadena como las poleas, los tensores y las guías forman un todo. Esto significa que, si se rompe una de estas piezas o, sencillamente, está defectuosa, afectará al resto de los componentes. En consecuencia, todo el sistema funcionará mal y podría romperse.

Pero no solo tienes el riesgo de avería o accidente. El mal funcionamiento de la distribución provoca que el motor consuma más. Y, con ello, también que expulse más cantidad de CO2 a la atmósfera. Por tanto, te recomendamos que cambies todas las piezas de la distribución al mismo tiempo. Así, estarán perfectamente coordinadas y tu coche tendrá un óptimo funcionamiento.

En conclusión, el sistema de distribución es un elemento vital para el motor de tu coche. Por eso te aconsejamos que lo renueves en su totalidad incluso antes de lo que recomienda el fabricante. Así te evitarás costosas averías.