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Los neumaticos son una parte imprescindible del coche. Hace que el coche pueda rodar por la carretera y es el elemento intermedio entre esta y el vehículo. Siempre tenemos que asegurarnos que estén en buen estado para evitar posibles accidentes o deslizamientos innecesarios. En este post hablaremos de los neumáticos de verano y de invierno y por qué son importantes.
¿Por qué son importantes los neumáticos?
En primer lugar, son los elementos que soportan el vehículo y hace que pueda rodar por la carretera. En segundo lugar, absorbe las irregularidades de la carretera, haciendo que no sintamos mucho los baches y desniveles, puesto que su capa de aire amortigua los golpes.
En tercer lugar, controla la tracción y la fuerza de frenado. Y, por último, permiten, junto con la dirección, que nuestro coche pueda girar con cierta comodidad.
Diferencias entre neumáticos de verano y de invierno
Existen dos variedades de ruedas en función de la climatología. Son los de verano e invierno y, a continuación, te mostramos por qué.
Estructura
Los neumáticos de invierno tienen un mayor grosor de goma natural para que sean flexibles. Cuanto más blando es el material, más se adhiere a la calzada, evitando así los deslizamientos (son mejores en temperaturas de menos de 7º C. Sin embargo, los de verano se endurecen con el frío, haciendo que pierdan flexibilidad.
Compuesto de la goma
Los de invierno tienen pequeñas ranuras en los tacos de bandas de rodadura que permiten evacuar el agua y que se produzca aquaplaning. Es decir, con estas ranuras permite que la goma se ajuste a la nieve y al hielo, creando una idónea adherencia.
Dibujo de la goma
En los de invierno, las hendiduras de la goma son más profundas, haciendo que se llenen de nieve y se adhieran mejor conforme pasa el automóvil, permitiendo mayor unión para que el coche pueda moverse hacia adelante.
Por qué cambiar de neumáticos.
Ya hemos señalado la diferencia entre ambos tipos según la climatología, y que podría responder en parte este apartado.
También hay que añadir que siempre que salgamos de viaje tenemos que hacer una revisión general de las ruedas para evitar imprevistos, así como tener en cuenta el clima de destino (o durante el viaje) para no llevarnos sorpresas.
Anteriormente ya mencionamos cómo podemos distinguir ambos elementos, pero elegir uno u otro tipo nos puede evitar más de un susto.
Con la elección de uno u otro, conseguiremos evitar deslizamientos innecesarios, así como una optimización de la tracción, la conducción y la comodidad durante el viaje.
Si usamos ruedas de invierno en verano, lo más probable es que se desgasten con mayor rapidez, y a la inversa, que el neumático no se adhiera bien y suframos aquaplaning.
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