Los amortiguadores del coche se configuran como una de las piezas más importantes de los coches, pues gracias a los mismos controlas que el coche no sufra tanto cuando va por la carretera y se mantenga una buena relación de equilibrio con el habitáculo.

No obstante, al ser una de las piezas más importantes también implica que tengas que llevar a cabo las revisiones cada cierto tiempo. Por ello, en estas líneas te hablaremos de este aspecto y cómo hacer para que dichas piezas se mantengan en buen estado.

Estos elementos tienen la misión de soportar la carga del coche y de absorber los impactos del terreno sin dejar de aportar comodidad a los ocupantes del vehículo. Además, también se encargan de hacer que la dirección del coche se mantenga en buen estado para tomar mejor las curvas, trabajando en conjunto con los neumáticos para ofrecer una buena adherencia.

Igualmente, se encargan de mantener la alineación de las ruedas y de ofrecer una altura óptima al coche.

Cuándo debes cambiar los amortiguadores del coche

Lo primero que debes tener en cuenta es su observación cada 20 000 kilómetros, y cuando lo hagas extiende este vistazo al resto de elementos de la suspensión. Igualmente, también debes asegurar que no haya fugas de aceite, y si las hay debes repararlas de inmediato.

También es preciso que compruebes que no tengan óxido, especialmente si circulas por zonas donde se pueda esparcir mucha sal en la carretera. Así, pon como referencia 5 años o 60 000 kilómetros para sustituir estos elementos. No obstante, esto también dependerá de tu estilo de conducción y de la presión que las gomas hayan tenido que aguantar; por ejemplo si tu coche arrastrase un remolque esta última aumentaría.

En definitiva, lo recomendable es que los revises cada 20 000 kilómetros y los cambies cada 60 000.