¿Sabías que tu coche requiere unos neumáticos con una carga admisible específica exigida como mínimo? No conocer este detalle puede ocasionarte serios problemas, no solo para pasar la ITV, sino para tu circulación en regla. Lo cierto es que no observar este detalle puede acarrearte una fuerte sanción y llevar a la paralización del vehículo.

La carga máxima de un neumático es el peso que este puede soportar como máximo. Lo determinamos aplicando el peso máximo admisible de tu vehículo, PMA, que viene especificado en tu ficha técnica y dividiéndolo entre las cuatro ruedas de tu coche.

Es evidente que esto tiene una gran lógica. Si el peso máximo autorizado de tu coche, que es lo que podría admitir a plena carga y no debes rebasar nunca, es de 2.400 kg, la lógica es que cada rueda esté preparada para soportar 600 kg de carga.

Esto es independiente de que circules con la máxima carga o en vacío, ya que se presume que en cualquier momento podrías circular con dicha carga. Exceder el peso o llevar unos neumáticos que puedan soportar un peso inferior pone en grave riesgo la seguridad de la marcha de tu vehículo.

Cómo saber si es correcto

Saber si el neumático cumple esta norma es sencillo. Todas las fichas técnicas incorporan el dato de los neumáticos homologados para tu vehículo. Estos son los únicos que puede utilizar o aquellos equivalentes que se determinan por una tabla y se suponen de características idénticas o superiores, pero que pueden ser utilizados.

Los neumáticos tienen, en su flanco exterior, una serie de letras y números que describen este dato y otros como la velocidad a que pueden circular. Este código debe corresponderse en todos los datos con los que figuran en tu ficha técnica.

El índice de carga de los neumáticos viene en el flanco, bajo el final del código que especifica el radio.